Equipos de Alto Desempeño

Muchas veces nos encontramos en la encrucijada y hablamos de crecer vs tener una organización saludable. Como si ambas cosas fueran excluyentes en entre sí. Evidentemente no es fácil alcanzar ambas metas, pero el fondo de la cuestión pasa por otro lado. Ya sea para una, la otra, o ambas, todo comienza con las formación de un equipo de alto desempeño.

Construir de un equipo de liderazgo cohesionado es la clave para alcanzar cualquier propósito, desarrollar efectivamente una estrategia organizacional y alcanzar los objetivos propuestos.

Patrick Lencioni, en su famoso libro lo define casi como un arte, que consiste en la superación de las cinco disfunciones de un equipo.

La primera disfunción de un equipo es la ausencia de confianza. La confianza es fundamental en la base del trabajo en equipo. Y para que exista confianza lo que se requiere es que las personas se vuelvan vulnerables entre sí, que sean abiertos sobre quiénes son, en qué son buenos, en qué no son buenos. Cometer errores esta permitido, porque luego de errar viene aprender. Los equipos donde falta confianza desperdician tiempo y energía controlando su conducta e interacciones dentro del grupo, evitando asumir riesgos, y mucho menos pedir ayuda.

Cuando estos equipos cometen errores, sin confianza, no pueden superar la segunda disfunción, que es el miedo al conflicto. El conflicto no solo está bien en un equipo, incluso es bueno, es necesario y requerido. Tenemos que entrar en conflicto. Y cuando tenemos confianza, el conflicto se convierte en nada más que la búsqueda apasionada de la verdad o la mejor respuesta posible. Los equipos que carecen de confianza y tienen miedo al conflicto se pierden la oportunidad de entregarse a discusiones de ideas, que es el disparador de las innovaciones.

¿Por qué es tan importante el conflicto? Porque sin él nos vamos a encontrar con la tercer disfunción de un equipo, que es la falta de compromiso. Dominar el conflicto nos permite encontrar el camino hacia los compromisos. Los equipos que no participan en conflictos abiertos y honestos difícilmente se comprometan con las decisiones que toman. Tienden a ser pasivos al respecto y a concentrarse en mantener una armonía artificial que suele ser el tumor oculto de la organización. Es posible tomar decisiones medulares sin algún tipo de conflicto? Puede ser, pero lo importante es entender que el manejo del conflicto es clave, y que la comunicación que mantengamos permitirá generar el compromiso necesario para que todos realmente participen y sean parte de una decisión. Los grandes equipos adoptan decisiones claras con la completa aceptación de todos sus miembros, incluso con los que pudieron haber estado en desacuerdo. Una vez que decidimos, nadie de afuera de la sala debiera enterarse ni darse cuenta por nuestro compromiso, quién fue el que propuso y quién fue el que aceptó.

Ahora bien, ¿por qué es tan importante el compromiso? Porque sin él, nos encontraremos con la cuarta y más común disfunción de un equipo, que es la incapacidad de las personas para responsabilizarse, hacerse cargo. Rendir cuentas entre miembros de un equipo es incómodo, y también es humano. Pero al mismo tiempo, super relevante para el funcionamiento de un equipo comprometido, que tenga el coraje para enfrentarse entre sí por las deficiencias en su comportamiento y su desempeño. Si esto no ocurre, y las personas no se hacen responsables entre sí, se encontrarán con la siguiente y última disfunción, que es la falta de atención a los resultados.

Ahora, podría decir, bueno, ¿a qué está prestando atención la gente, sino a los resultados? Bueno, tal vez no sean los resultados colectivos del equipo o de la organización que les interesa, sino solo sus propios resultados individuales, su presupuesto, su área, su equipo, la visión chiquita de creer en eso que profesa “a mí me va bien”.

Si vamos a centrarnos en los resultados colectivos del equipo, aquellos que nos llevan a cumplir con nuestros objetivos, tenemos que confiar unos en otros. Tenemos que involucrarnos en un conflicto saludable. Tenemos que comprometernos con las decisiones, responsabilizarnos por ellas.

¿Cómo avanzar hacia un Equipo de Alto Desempeño?

En Mind the Gap, creemos que construir equipos de alto desempeño requiere más que procesos y metodologías. Se trata de trabajar en el desarrollo personal de cada miembro, fortalecer la confianza, fomentar conflictos constructivos, comprometerse con las decisiones, asumir responsabilidades y enfocarse en los resultados colectivos.

Los líderes que acompañamos entienden que estos pasos no son un destino, sino un camino constante de aprendizaje y evolución.

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En Mind the Gap, nos especializamos en acompañar a líderes y organizaciones a cerrar las brechas que limitan su potencial. Si te identificaste con alguno de los desafíos que mencionamos, te invitamos a explorar cómo podemos ayudarte a construir un liderazgo auténtico y equipos de alto rendimiento.

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